El proceso de psicoterapia suele constar de tres fases: evaluación, tratamiento y seguimiento.

En la fase de evaluación la persona, con la ayuda de la psicóloga, expone su situación, con el objetivo de proporcionar la información necesaria para que junto con la profesional diseñar el proceso de tratamiento. Algunas estrategias que podemos utilizar en esta fase son la entrevista clínica, cuestionarios y tests o la coordinación con otros profesionales. Si cuentas con informes de otros profesionales, será el momento ideal para proporcionarlos.

Tras esta fase, podemos personalizar el tratamiento que conllevará la utilización de las estrategias y técnicas rigurosas y recomendadas y especialmente elegidas para cada caso.

El proceso se adapta a tu ritmo, con objetivos concretos y seguimiento constante.

Una vez alcanzados los objetivos terapéuticos se producirá el alta terapéutica, pero continuamos en contacto para garantizar el mantenimiento de los objetivos.

La terapia también sirve para prevenir, conocerte mejor o acompañarte en momentos de cambio. Nuestra recomendación será una intervención precoz para evitar el agravamiento de cualquier situación emocional.

Frecuencia flexible, en función de los acuerdos establecidos entre paciente y terapeuta.

Duración de la sesión: 59 minutos.